Un Rincón de Sabor en el
Corazón de Cusco
En el corazón de Cusco, donde el aire es fresco y las calles de piedra cuentan historias de siglos, nació Sasó, una pequeña sanguchería con un gran propósito: llevar a cada comensal el auténtico sabor artesanal, ese que se siente en el pecho y reconforta como un abrazo de hogar.
SASO no es solo un lugar
Donde se sirven
sánguches, hamburguesas, salchipapas. Es un rincón donde la tradición sigue viva en cada bocado, donde cada plato se cocina con paciencia y amor, como lo hacían nuestras abuelas. Pero si algo ha convertido a Sasó en un refugio para el alma, son sus cuatro sopas, esas que han sido el remedio infalible para el frío, el cansancio y hasta para un corazón nostálgico.
Está la patasca, poderosa y generosa, con su caldo robusto y su maíz reventado que cuenta historias de las madrugadas cusqueñas. Está el caldo de gallina, profundo y revitalizante, el que las madres preparan con esmero para curar el cuerpo y el alma. Está la dieta de pollo, tierna y reconfortante, con ese toque casero que nos recuerda que siempre hay un plato caliente esperándonos después de un día largo. Y por supuesto, la sopa a la minuta, simple pero inolvidable, con su aroma a hogar y su sabor inconfundible.
Cada sopa en Sasó no solo alimenta, acaricia
No solo calienta, consuela.
No solo sacia, devuelve recuerdos. Aquí, la comida no se sirve apurada, se cocina con respeto y se disfruta con calma, porque los mejores sabores son los que se quedan en el corazón.
Sasó es para los que buscan más que solo comida.
Es para los viajeros o cusqueños que extrañan su mesa familiar,
para los amigos que comparten historias entre cucharadas
para los que saben que la verdadera gastronomía no es lujo, sino esencia.
¿Donde nos ubicamos?:
-Calle Plateros 352 – Cusco
(A media cuadra de la Plaza de Armas)
Horario de Atención:
-Lunes a Sábado:
9:00am – 12:00am
-Domingo:
12:00pm – 12:00am